domingo, 23 de diciembre de 2012

Reflexión sobre el positivismo, el pesimismo y otros temas de escaso interés..

Llevo más de tres meses sin escribir absolutamente nada, con un nivel de inspiración rozando suelo y una felicidad relativa.

Estoy contenta, eso es verdad, no hay nada malo hoy día por lo que pueda decir que no lo estoy. Bueno si ¿Quién no se llevo un chasco porque el mundo no se acabo hace dos días? Yo fui una de ellas, quería una especie de apocalipsis; que todos fuésemos en busca de las personas a las que queremos y dijésemos todo lo que sentíamos por ellas a los cuatro vientos, eso que normalmente no se dice… Pero, ¿porque hay que esperar a un fin del mundo cuando ese final se puede presentar cada día? ¿Como sabemos que la última vez que vimos a alguien no va a ser la última de verdad?

Vaya, eso último suena muy pesimista hasta para mi, creo que muchos dirían que mi positivismo raya el limite de lo cansino y poco realista... Y posiblemente tendrán razón, pero NO soporto el negativismo (supuesto realismo de la gente). 

Ya lo he dicho. 


Mi opinión respecto al vaso medio vacío o medio lleno,

¿Porque si te has pasado una semana estudiando, si te lo sabes y quizá hasta puedes responder a la pregunta que te hace otro que no ha estudiado absolutamente nada, crees que vas a suspender? ¿Porque si te interesa conocer a alguien no se lo puedes decir, eliges hacerte el/la interesante y cuando ves que no te dice nada prefieres pensar que no le importas en absoluto a creer que quizá es tan tonto (como tú, porque es así) que está esperando a que seas el/la que intervenga primero? O creer que ¿Por un simple comentario has arruinado una oportunidad?  Una intervención divina no va a  hacer que suspendas o que una situación acabe mal, o que esa persona no muestre el interés que uno espera. ¡NO! lo que va a hacer que las cosas no salgan bien es que uno empiece a pensar que no es capaz de hacer algo, porque pensando así intervienen los nervios (no el destino), intervienen las dudas y el "bloqueo mental" que no te dejan pensar y la incapacidad de hacer lo que quieres hacer de verdad. Y es entonces cuando todo acaba patas para arriba. 

Así que vale, puede que yo sea demasiado fantasiosa y haya veces que por mucho que queramos que las cosas salgan bien, no acaban de la mejor forma. Pero si eso ya es inevitable ¿porque tenemos que agobiarnos a nosotros mismos con el tan utilizado pesimismo?

Como creo que esta entrada empieza a ser lo suficiente larga para que algunos pierdan el interés, acabaré por hoy con la promesa de intentar reanudar mi vena escritora y continuar publicando entradas por si aún queda alguien que lea lo que escribo.  

Me despido con un par de líneas finales.

Si me has conocido y estas leyendo esto ya sabes que lo digo de corazón: 

"Me importas, te tengo un cariño muy especial y si se acabase el mundo mañana solo podría decir que me alegro de haberte conocido" 

No estoy siendo negativa, ni siquiera dramática pero ya que no se ha acabado el mundo y que no les decimos a menudo a los que nos importan, que de verdad, nos importan...   

Llegados a este punto, le dedico la entrada, a Lady Calpurnia, con mucho cariño, Carlota, que se ganó el título de negativa del año pero que es mi punto de vista "realista" y a la que siempre voy a estar insistiendo con mis discursos anti-pesimismo ♥.

Laura.

PD: Los comentarios son de agradecer ^^

1 comentario:

  1. Realista, relativo y subjetivo. Un encanto para los sentidos y para el pesimismo en estado puro. Derrocha notas de una filosofía de vida en la que nos deberíamos volcar todos como seres humanos, como algo más que un cerebro y un conjunto de órganos.

    Encantadora entrada para el sentimiento de domingo que más en estos días, perdura toda la semana.

    : )!

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